Ahora que estamos sin actualidad deportiva ni competiciones italianas en juego debido al estado de alarma decretado en el estado italiano, es un buen momento para recordar una de las mayores historias negras del "calcio", el Calciopoli. El Calciopoli o "Moggigate" ocurrió en la temporada 2004-2005 y involucró a equipos italianos los cuales fueron castigados con diferentes sanciones que afectarían sus situaciones deportivas y económicas.
Este escándalo fue inicialmente destapado por las investigaciones llevadas a cabo por la agencia GEA World, la cual descubrió unas llamadas telefónicas entre Luciano Moggi y Antonio Giraudo (directivos de la Juventus) y miembros de la Federación Italiana de Futbol (FIGC), que entre otras funciones, eran los encargados del nombramiento de árbitros para los encuentros de la liga italiana.
Estas llamadas telefónicas fueron objeto de prueba para las acusaciones contra los dirigentes del equipo turinés las cuales abrieron un proceso judicial tramitado por el juez penal de Turín.
El objetivo de las llamadas era designar árbitros "simpatizantes" de la Juventus en partidos de cierta relevancia para el desenlace del campeonato donde estos ayudasen discretamente a la "vecchia signora".
Un hombre importante en las investigaciones de este caso fue Pierluigi Pairetto, que se puso en contacto con varios dirigentes de otros clubes los cuales fueron tambien implicados en el caso. Pairetto tenía una cierta influencia en el futbol italiano y esta influencia la aprovechó para beneficiar a clubes como la Juventus, el AC Milán, la Fiorentina, la Lazio y la Reggina. Este caso no sólo salpicó a clubes sino que también afectó a la otra parte, los árbitros, como cómplices de la trama. Uno de los más destacados fue el colegiado Massimo de Santis. De Santis era uno de los árbitros con más relevancia en el futbol italiano hasta el punto de que fue uno de los elegidos para arbitrar partidos del campeonato mundial de 2006 que se celebraría en Alemania.
La prensa tuvo un papel importante en el desenlace del caso al haberse filtrado el caso cuando ya estaba en las manos del Tribunal Penal de Turín, el cual lo había desestimado obligándole a retomar las investigaciones debido al gran revuelo que generó la prensa al publicar varias noticias sobre los hechos. Los fiscales acumularon pruebas durante un período aproximado entre el año y los 18 meses y, finalmente, el juez pasó el balón al tejado de la FIGC, que se tenía que pronunciar y aplicar las medidas sancionadoras adecuadas.
El tribunal de la FIGC dictó sentencia el 4 de julio del 2006 y se declaró culpables a todos los clubes implicados con las siguientes sanciones:
JUVENTUS: 120mil€ de multa y descenso a la Serie B con 30 puntos de penalización. Se le retiran las ligas ganadas en los años 2005 y 2006, que son declaradas nulas, y la de 2006 es adjudicada al Inter de Milán.
FIORENTINA: Descenso a la Serie B con 12 puntos de penalización y una multa económica de 100mil €.
LAZIO: 30 puntos de penalización y 100mil€ de multa
AC MILAN: 15 puntos de penalización y no accede a la fase final de la Champions League 2006-07 por la vía directa sino que tendría que disputar la fase previa del campeonato que acabaría ganando ante el Liverpool.
Los clubes apelaron a la sentencia y hubo una sentencia en segundo grado que rebajó las condenas a los clubes. Lo más destacable sería que el Milan podría participar en la fase preliminar de la Champions y que hubo equipos beneficiados por los hechos, que fueron el Palermo y el Chievo Verona, que podrían jugar las rondas previas de Champions de la temporada 2006-07.
Las sanciones a nivel individual fueron las siguientes:
Claudio Lotito (Presidente de la Lazio): 4 meses de suspensión.
Adriano Galliani (Vicepresidente del AC Milan): 5 meses de suspensión.
Luciano Moggi (DG de la Juventus): 5 años suspendido.
Diego Della Valle (Presidente Honorario de la Fiorentina): 8 meses de suspensión de poder ejercer sus funciones.
Andrea Della Valle (Presidente de la Fiorentina, hermano del anterior): 1 año de suspensión de poder ejercer sus funciones.
Sandro Mencucci (Administrador de la Fiorentina): 1 año y cinco meses de suspensión de poder ejercer sus funciones
Antonio Giraudo (Administrador de la Juventus): 5 años suspendido de sus cargos.
Leonardo Meani (Delegado Arbitral del AC Milan) : 2 años y tres meses suspendido de sus cargos.
Árbitros:
Massimo De Santis: 4 años sin poder arbitrar.
Dirigentes de la FIGC:
Franco Carraro (Presidente): multa de 80.000 euros.
Innocenzo Mazzini (Vicepresidente) : 5 años de suspensión.
Pierluigi Pairetto (Designador Arbitral): 2 años y seis meses suspendido.
Tuilio Lanese (Presidente Asociación de Árbitros): 1 año de suspensión.
REFERENCIAS